Adaptación, tiempo de acogida y vinculación
Para algunas personas la diferencia entre estos términos es sutil pero para mí es abismal pues es una declaración de intenciones en toda regla por parte del centro escolar, que se sitúa y sitúa a las familias y las criaturas en diferentes lugares.
Las palabras que elegimos para describir nuestras experiencias y relaciones tienen un impacto profundo en la forma en la que percibimos el mundo y en cómo nos relacionamos con los demás.
“Adaptación” implica un proceso en el que las personas deben ajustarse a un entorno preexistente, a menudo sugiriendo que hay algo de las criaturas o las familias que debe cambiar o se debe modelar para encajar. La mirada no está en las criaturas y sus familias, sino en el centro y sus “protocolos”.
El término “acogida” invita a las criaturas y a sus familias a acceder a un lugar donde son recibidos tal y como son. A mí me pone en contacto con un entorno donde se valoran las diferencias individuales, donde se respeta y ofrece el apoyo necesario para sentirse a gusto. Sugiere un entorno donde el principal objetivo es crear un espacio seguro para niños y niñas. Es decir, la mirada está puesta en ellxs.
Para mí, hablar de “vinculación” implica un proceso más profundo tras la acogida pues, al sentirse segurxs, comienzan a establecer relaciones significativas con lxs acompañantes, e incluso, dependiendo de la edad y del momento madurativo, con sus iguales. La temporalidad dependerá de cada criatura e implica respeto a los procesos de cada unx y sensibilidad hacia las necesidades emocionales de lxs niños y niñas y sus familias.
En este caso las criaturas son el centro del proceso, ampliando la mirada.
¿Con qué término te sientes más identificado? Cuéntame tu experiencia y, si eres maestro, acompañantes, educador o estás en un centro donde queréis avanzar e ir ajustando la mirada, contacta conmigo para acompañaros en el camino desde el respeto, favoreciendo momentos de reflexión y crecimiento.