Había una vez una mujer llamada María José que tenía un sueño muy grande: quería ser mamá. Pasaron días, meses y años, y aunque lo intentaba con todo su corazón, no lograba quedarse embarazada. Pero no se rendía, ¡ella era muy valiente!
Un día, con la ayuda de un donante y la magia de la ciencia, recibió la noticia más maravillosa: ¡iba a tener un bebé! Su corazón se llenó de alegría, como si hubiera estrellas brillando dentro de ella.
María José también tenía otra ilusión: ayudar a lxs niñxs y acompañarlos en su crecimiento a través de experiencias diferentes.
Por eso creo «Espacio Meraki»: hecho con amor y creatividad poniendo el alma en ello. Un lugar especial de juego compartido en familia. En ese lugar, lxs niñxs y sus familias jugaban, saltaban, reían … María José se inspiraba en unas ideas muy bonitas procedentes de pedagogías activas, donde todo giraba entorno al desarrollo integral de las criaturas a través del movimiento libre, el juego y la exploración del mundo a su manera.
Pero cuando supo que su bebé estaba en camino, decidió que era tiempo de pasar su Espacio de Juego a otra persona, alguien que pudiera seguir cuidándolo mientras ella cuidaba de su bebé.
Y así fue como, después de esperar tanto, llegó el día más especial. Su bebé nació, con una carita suave y una sonrisa que iluminaba todo a su alrededor. Le gustaba abrazarlo, cogerlo en brazos y oler su cabecita, que siempre olía a dulzura. Escuchaba los sonidos que su bebé hacía, esas risitas y pequeños ruiditos que llenaban su corazón de amor.
—Este es el verdadero significado de amar —pensaba mientras acunaba a su bebé.
El tiempo pasó volando, y hoy su pequeño cumple ocho meses. Ya no es un recién nacido, ¡pero sigue siendo su bebé precioso! A veces, mientras lo mira dormir, sonríe recordando todo lo que ha aprendido desde que se convirtió en madre.
Entendió que el amor es más grande que las estrellas en el cielo y que cada momento, cada risa, cada abrazo, es un tesoro.
Y así vivo feliz, disfrutando de cada instante con mi bebé, aprendiendo con él y de él, pues el mundo es diferente desde que está en él y el significado del verbo AMAR adquiere un valor sin igual, difícil de explicar.
Eres una gran luchadora. Viendote con ese pequeñito en brazos descubrimos el verbo amar con mayúsculas.
Ambos tenéis mucha suerte de estar juntos.
Muchísimias gracias por el apoyo a nivel personal y profesional. 🙂
Eres una guerrera y una mamá increíble. Hugo tiene mucha suerte de haberte elegido como mamá
Qué bonito!! Muchas gracias🥰